
Tóxicos: Están por todas partes: Minimízalos
Estamos rodeados de tóxicos: La contaminación, los alimentos, los metales pesados, los pesticidas, los plásticos, los hidrocarburos, el agua, las medicinas, la ropa, productos de limpieza, cosméticos…
Aunque a todos los tóxicos a los que nos enfrentamos cada día no nos dañan de la misma manera, la realidad es que en mayor o menor medida todos estamos intoxicados. Unos un poco y otros mucho. Esto ha ocurrido de forma gradual sobre todo desde hace aproximadamente 70 años.
Paracelso decía en el siglo XVI «Todo es veneno y nada es veneno, solo en la dosis está el veneno». Esto quiere decir que cualquier sustancia puede ser un remedio o un problema en función de la dosis. Es cierto que en algunas sustancias, no en todas, «con un poquito no va a pasar nada», pero ¿Qué pasa si hay muchos poquitos? o ¿Un poquito de cada cosa?
Muchos de los tóxicos a los que te enfrentas NO los puedes evitar. Sin embargo, otros muchos SÍ, o al menos puedes reducirlos en la medida de lo posible.
No te conformes con una vida a medias porque «es lo que me ha tocado». Tú eres el dueño de tu salud.
Como dijo Séneca «La voluntad de curarse es la mitad de la curación».
TIPOS DE TÓXICOS
- Metales pesados:
- Prácticamente todos los metales se reconocen como dañinos para las funciones celulares.
- No pueden ser degradados por lo que son difíciles de eliminar.
- Los más comunes son:
- Mercurio:
- Es el más tóxico.
- Se le considera un «asesino oculto» ya que su exceso puede causar inflamación arterial, daños cardiovasculares, y predispone a ictus e infartos.
- Además puede conducir a enfermedades autoinmunes como el hipotiroidismo y la esclerosis múltiple.
- Se considera que 1/3 de la población se acabará intoxicando de este mineral a muy temprana edad y prácticamente la mitad de una forma algo más moderada.
- Lo encuentras en:
- Alimentos como pescados, mariscos y algas debido a la contaminación de los mares y de los ríos. Todos los peces tienen mercurio, pero los más pequeños tienen menos.
- Los empastes dentales más antiguos
- Aluminio:
- La intoxicación por aluminio está relacionada con síntomas como cansancio, problemas de memoria, confusión mental, insuficiencia renal, algunos tipos de cáncer, y también con el Alzheimer.
- Lo utilizamos sobre todo en utensilios de cocina, en el famoso papel para envolver bocadillos o en las cápsulas de café. También en desodorantes, cremas corporales, y en envases de spray. Hay aluminio también en muchos objetos varios de nuestra vida.
- Níquel:
- Es uno de los más difíciles de evitar porque se encuentra en aleación con otros metales, en pendientes y bisutería, piercings y tatuales, cremalleras, cosméticos, detergentes, monturas de gafas, etc.
- Pero lo más preocupante es que se encuentra en casi todos los cereales, ya que el níquel es un metal traza que se encuentra en el suelo y que puede ser absorbido por las plantas.
- Los síntomas de intoxicación por níquel son problemas de la piel, dermatitis, psoriasis, y en casos graves artritis psoriásica.
- Plomo:
- La intoxicación por plomo afecta a múltiples sistemas, como el nervioso, el renal y el hematológico.
- Utilizado en tuberías, tintes y pinturas, pintalabios de larga duración.
- Y además en el vino, ya que la vid es más propensa a acumular plomo que se encuentra en el suelo por la combustión del carbón.
- Arsénico:
- La intoxicación por arsénico puede producir diversos tipos de cáncer.
- Es altamente soluble por lo que pasa más fácilmente a alimentos que requieres mucha agua como es el caso del arroz.
- Cadmio y cobalto:
- Se usan en medicina para las prótesis.
- También está presente en los mariscos, sobre todo en las cabezas de los crustáceos, por eso se aconseja no chupar las cabezas de las gambas ni incluirlas en los caldos de pescado.
- Titanio:
- Muy usado en las herramientas quirúrgicas y en el ámbito ortopédico como prótesis e implantes dentales.
- También se usa en cosméticos y bloqueadores solares.
- Dependiendo de la sensibilidad a este metal, puede causar alergias y otros efectos.
- Uranio, torio y talio:
- Son metales que tienen una ligera carga radiactiva, pero que a la larga pueden llegar a producir problemas.
- Suelen provenir de productos del campo debido a la alta contaminación atmosférica, que cuando llueve arrastra estos metales al suelo.
- Mercurio:
- No metálicos: los derivados del petróleo: hidrocarburos, plásticos y pesticidas.
- Pueden afectar a todo el sistema endocrino, las glándulas y por tanto a las hormonas que producen, a las neuronas y neurotransmisores.
- Los plásticos más conocidos son:
- El bisfenol A o BPA. Aunque ya se ha prohibido en muchos artículos, todavía está presente en algunas latas de conservas de los alimentos, en material escolar, botellas de agua, algunos utensilios de cocina.
- Ftalatos: Es un tipo de PVC que se encuentran en lacas y productos para el cabello, perfumes, cosméticos, ambientadores, productos de limpieza.
- PFOA y antiadherentes: sartenes, bandejas de horno, freidoras de aire, manteles antimanchas, material textil como el Gore Tex, tickets de caja, productos de limpieza, pesticidas, cosméticos, protectores solares, pinturas y barnices,
- Hay tóxicos no metálicos en:
- Los aditivos alimentarios, edulcorantes, emulgentes, gelificantes, colorantes, estabilizantes, clarificantes, blanqueadores, texturizantes, potenciadores del sabor y acidificantes.
- Los productos de aseo personal, los cosméticos, los de limpieza del hogar.
- Envases, recipientes de cocina y bolsas para los alimentos.
- Pañales, toallitas, exfoliantes, compresas, etc.
- La tinta de los tatuajes, el humo del tabaco o los vapeadores.
- Biológicos: son tóxicos naturales, las llamadas biotoxinas. Provienen de:
- Los mohos, parásitos, bacterias, virus, ácaros, polen.
- De alimentos naturales o no procesados, los llamados antinutrientes que contienen verduras, frutas, legumbres, tubérculos y cereales, sean ecológicos o no. Por eso la forma de reducirlos es, por ejemplo, mediante el remojo y la cocción de las legumbres.
LA GENÉTICA
Te recuerdo que:
Los genes son pequeñas porciones de la cadena de ADN, el responsable de las funciones celulares y de los caracteres hereditarios, que se encuentran en el núcleo de la célula.
Por alguna causa externa como los tóxicos, las radiaciones, las infecciones, etc., se pueden producir mutaciones en los genes. La mutación es la responsable de que un determinado gen no fabrique la proteína o la hormona que debería o la fabrique mal, alterada o distorsionada hasta el punto de llegar a convertirse en algo extraño que tu sistema inmune la interprete como un enemigo.
Las enfermedades no aparecen porque «tienes mala suerte con los genes». La teoría de que tus padres o tus abuelos no te han pasado un gen defectuoso ya está obsoleta. Es el entorno el que modifica la expresión de determinado gen, la llamada epigenética. Que tengas una enfermedad o no depende de cómo vives, como te alimentas, qué hábitos de vida tienes, etc.
Todos tenemos al gen MTHFR, que condiciona la forma y la velocidad con la cual nos deshacemos de los tóxicos.
Según el nivel de bloqueo que tengas en este gen, eliminarás más rápidamente los tóxicos y te afectarán menos.
El gen MTHFR tiene 2 funciones fundamentales:
- La primera, reducir el exceso de una proteína proinflamatoria llamada homocisteína, que tiene que ver con la coagulación, y que puede ser la responsable de la formación de ictus e infartos.
- Y, la segunda, activar la función depuradora, es decir, la función de desintoxicación.
Y esto empeorará si hay una mutación del gen MTHFR, en cuyo caso:
- Se impide que una persona pueda autodesintoxicarse.
- Y empeora la coagulación porque no logra controlar la homocisteína.
Fíjate:
- Resulta que SÓLO el 17 por ciento de la población tiene este gen SIN mutación, apto para cumplir su doble actividad sin problemas.
- Y el 80% de la población restante realiza MAL los procesos de depuración y desintoxicación.
Por eso dos personas que viven en el mismo ambiente pueden tener destinos diferentes en función de si tiene el gen mutado o no.
Hay clínicas o laboratorios que hacen el estudio de si tienes el gen MTHFR o no, que al parecer es algo sencillo y poco costoso.
CÓMO ENTRAN LOS TÓXICOS EN EL CUERPO
- A través de la piel.
- Por el sistema digestivo, ingiriendo.
- Por el sistema respiratorio, inhalando gases, vapores, aerosoles, polvo. Si respiras por la nariz, se pueden retener un promedio de 50% de sustancias, pero si lo haces por la boca solo el 20%.
Una vez que una sustancia tóxica entra en el cuerpo, se pone en marcha el mecanismo de defensa, tratando de metabolizarla mediante las enzimas necesarias para disminuir su toxicidad y facilitar su eliminación.
En la eliminación de tóxicos intervienen:
- Los riñones, que son el órgano que más sustancias elimina a través de la orina.
- Los pulmones, que eliminan gases, entre ellos el CO2.
- El hígado puede eliminar pesticidas o metales pesados al excretarlos en la bilis y enviarlos al intestino delgado, donde son absorbidos por las heces.
- El sudor.
- La piel y el cabello.
Y cuando NO es posible la eliminación, lo que ocurre es que se ACUMULAN:
- Algunas toxinas se eliminan poco a poco
- Pero otras NO.
- Y las que no, se quedan acumulados en la grasa corporal, no solo en los ácidos grasos de las membranas celulares, sino también en los adipocitos del tejido adiposo del abdomen, caderas, etc. Por eso al eliminar esa grasa, también se eliminan tóxicos.
Los tóxicos tienen un efecto acumulativo, día a día, poquito a poquito. Es la acumulación de tóxicos la que te intoxica.
TODOS LOS TÓXICOS PRODUCEN DAÑOS CELULARES
Según el tipo de tóxico, nos pueden afectar de diferente manera y según qué persona. Por ejemplo:
- Los plásticos o pesticidas son más propensos a producir trastornos hormonales.
- Los tóxicos metálicos suele dañar la función mitocondrial y por tanto la función de energía celular. Esto, a la larga, puede inducir a la aparición de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, hipotiroidismo, psoriasis, diabetes tipo 1, lupus, la enfermedad de Alzheimer, y un largo etcétera.
- Muchos tóxicos químicos son los posibles causantes de enfermedades como la depresión, fatiga crónica, migrañas, alergias.
Cuando nacemos contamos con 2 factores que combaten la inflamación:
- La hormona de crecimiento.
- Y la desintoxicación.
Pero a partir de los 40 años:
- La hormona de crecimiento está de capa caída.
- Y solo dependes de la cantidad de antioxidantes que fabriquen tus células, y esto depende de los nutrientes que le aportes con la alimentación y tu estilo de vida, a lo que hay que descontar la cantidad de tóxicos que diezman los minerales intracelulares.
Así entras en un círculo vicioso: más edad, más tóxicos, menos minerales, menos antioxidantes, menos hormona de crecimiento, más daño celular, más envejecimiento prematuro, y más enfermedad o muerte celular.
Y además:
- Las mujeres embarazadas, los bebés y los niños, las personas sensibles o con patologías y las personas mayores son muy vulnerables a los tóxicos.
- Desde el vientre materno, la madre, muy a su pesar, pasa los tóxicos que ella tiene o consume a su bebé por la placenta y la lactancia .
- Los bebés y los niños tienen la barrera hematoencefálica inmadura y porosa, por lo que están más expuestos a los tóxicos. Añade además que tienen la piel más fina, el sistema inmune todavía inmaduro, su frecuencia respiratoria es mayor, están más cerca del suelo.
CÓMO SE REALIZA LA DESINTOXICACION CELULAR
Cada célula de tu cuerpo tiene una función, por ejemplo de como fabricar una hormona o una proteína.
Todas las células tienen los mismos componentes para realizar sus funciones: minerales, vitaminas, antioxidantes, ácidos grasos y aminoácidos.
Pero si la célula está «intoxicada»:
- Primero tiene que limpiar la basura.
- Y después ya puede hacer su función.
Y para todo esto necesita de los minerales.
Cuanto MÁS tóxicos hay en tu cuerpo, MAYOR es el consumo de minerales que se necesita para activar el equipo de limpieza de tus células y, por lo tanto, hay MENOS reservas de estos minerales para fabricar la hormona o la proteína para la que está destinada, y esto se traduce en una BAJA funcionalidad de la célula.
Así te predispones a enfermar.
Una persona intoxicada tiene el sistema inmune bajo mínimos, y hasta que no se desintoxique, NO recupera la función inmunitaria.
Curiosidad: La enfermedad de Lyme
- Es una infección bacteriana causada por la bacteria Borrelia burgdorferi, que se transmite a los humanos a través de la picadura de garrapatas infectadas, aunque también puede ser vector de transmisión mosquitos y pulgas.
- Los síntomas que produce son erupciones cutáneas, fatiga, fiebre, dolor muscular y articular, problemas neurológicos como depresión o bipolaridad, problemas cardiacos, y más.
- Esta enfermedad es peor si además se está más intoxicado, por lo que primera hay que realizar un tratamiento de desintoxicación y después tratar el Lyme.
CUANDO TIENES QUE DESINTOXICARTE CON UN PROFESIONAL
Hay 2 procesos:
- Depuración del tóxico circulante.
- Quelación o desintoxicación celular: Se reconoce como quelación la actividad en la que una molécula de alto poder electromagnético logra atrapar y arrastrar un tóxico, venciendo el magnetismo de las moléculas de ácidos grasos de las membranas celulares que lo retienen.
Y hay 2 formas de desintoxicar:
- Desintoxicación intravenosa: Debe realizarse en un ambiente clínico y con la presencia de personal médico. Suelen ser varias sesiones de entre 90 a 120 minutos.
- Desintoxicación oral: Cuando no puede realizarse la intravenosa por los motivos que fuere.
La sustancia desintoxicante se le llama quelante.
TIPOS DE QUELANTES
Absorbentes: Los más comunes:
- Zeolita: un mineral natural que a su vez es una composición de varios minerales. Tiene la capacidad de captar y retener metales pesados y neutralizar toxinas. Se puede utilizar como suplemento.
- Espirulina y chlorella: Microalgas a las que se les llama las «reinas de la desxintosicación».
- Carbón activado: que también atrae muchas toxinas.
- Jengibre por sus propiedades antioxidantes.
- Vegetales como cilantro, apio.
Todos estos alimentos ayudan pero NO tienen el poder de lograr que el tóxico se desenganche de las membranas celulares ni externas y mucho menos internas.
Y las que se encuentran momentáneamente libres dentro del citoplasma celular dependerán del aporte de:
- Selenio
- Magnesio
- Vitamina C
- Zinc
- Cobre
- Manganeso
- Azufre
- Flavonoides y licopenos.
- Y además hay que añadir la vitamina B12 que no existe en el mundo vegetal.
Potenciadores de la desintoxicación:
- Azufre: Presente en alimentos como el ajo, la cebolla, el puerro o el kale, el tomate, crucíferas, pimientos, el café, la leche. los huevos, carnes rojas, pollo,
- Curcumina: además de antiinflamatoria, es antioxidante y desintoxicante.
- Pipas de calabaza: tiene muchos tipos de flavoniodes antioxidantes.
- Setas o champiñones
- Té verde, también muy antioxidante.
- Agua estructurada.
QUÉ PUEDES HACER TÚ
Einstein dijo en una ocasión: «Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo».
Aquí te dejo una lista y recomendaciones para que pienses un poco:
- Alimentos:
- Los alimentos actuales han perdido gran parte de la cantidad de nutrientes que tenían en el pasado, hasta casi el 40% de sus vitaminas, minerales y antioxidantes. El motivo principal es porque ahora el campo es más pobre y tiene más pesticidas; y los alimentos, sobre todos los que tienen cierto grado de procesamiento tienen más aditivos que nos roban nutrientes.
- Por eso es importante comer alimentos ricos en nutrientes y lo más natural posible: animales a ser posible de pasto y verduras de cultivo ecológico.
- Consume alimentos de proximidad, ya que las normas de otros piases pueden ser mas laxas y de paso reduces el impacto que puede tener el transporte.
- Lava bien las frutas y verduras, aunque no vas a eliminar todo ya que muchos herbicidas y pesticidas pasan al interior del alimento. El vinagre y el bicarbonato son lo mejor para desinfectarlas de microorganismos.
- Revisa las etiquetas de todos los productos y alimentos que compres. Y especialmente las etiquetas E.
- El famoso glifosato es un herbicida considerado como el más peligroso del mundo y reconocido cancerígeno, se utiliza sobre todo en cultivos de maíz, soja y algodón transgénicos. Repito: lee las etiquetas.
- No utilices el aceite a altas temperaturas y no achicharres los alimentos al cocinarlos.
- Se trata de comer bien hoy para no estar enfermos mañana.
- Agua:
- Evita el agua embotellada en botellas de plástico.
- Utiliza agua filtrada y a ser posible estructurada.
- Si utilizas agua embotellada, que sea botella de cristal azul, porque el cristal es la molécula más pura e inerte y el color azul logra producir pequeñas partículas de ozono en el agua cuando lo atraviesa la luz solar.
- Envases de plástico:
- Todos los plásticos de los envases son tóxicos.
- Cuanto menos mejor.
- Utensilios de cocina:
- Evita las sartenes con material antiadherente. Aunque éstos se vendan como libres de PFOA, no te garantizan que estén libres de otros PFAS. Las mejores son las de acero inoxidable y las de hierro fundido.
- Las fuentes, recipientes, tapers y boles, que sean de vidrio templado.
- Para tablas de cortar, espátulas y cucharones, mejor madera y desinfectarla bien, lo mejor es con agua oxigenada, después de su uso. Las mejores maderas son la de olivo y bambú.
- Cuidado con los utensilios de silicona. Elige siempre silicona platino, pero siempre y cuando no se emplee grasa en el cocinado, ya que la silicona absorbe esta grasa y luego la va liberando junto a unas sustancias llamadas «elastómeros», presentes en la silicona. Por eso cuando pasa un tiempo tras su uso, por mucho que la friegues, siga soltando grasilla.
- El papel de horno, que sea sin parafinas ni blanqueantes.
- Productos de limpieza:
- Existe una alternativa económica y sumamente eficaz. Utiliza 3 elementos que solos o combinados cumplen la función de lavavajillas, limpiasuelos, limpiacristales y para cualquier superficie que quieras. Son el bicarbonato, el limón y el vinagre. Son productos que cumplen su cometido y que no requieren mayor cuidado debido a su casi inocuidad.
- Los jabones que sean naturales.
- Los aceites esenciales de buena calidad son buenos aliados por sus propiedades y para dar buen olor.
- Limpia y aspira tu casa a menudo. Evita el plumero y la escoba.
- Cosméticos, perfumes, champús y aseo personal.
- Los tintes del pelo, las lacas y las cremas de belleza comerciales no ecológicas y naturales están hechos con derivados del petróleo y son sumamente tóxicos para todas las células de tu cuerpo, pero, sobre todo, son extraordinariamente agresivos para el sistema glandular y neurológico, ya que disminuyen la función mitocondrial, y por tanto la energía celular.
- Utiliza productos naturales: Aceite de coco, de aguacate, mica, henna, aloe vera, caléndula, magnolia, rosa mosqueta, manteca de karité, aceite de jojoba, grosellero negro, helicriso, vid roja, centella asiática, echinacea, espino amarillo, carbón activado, baobab, cedro atlántico, tomillo…
- Evita o limita el uso de perfumes.
- Ropa:
- Muchos tejidos sintéticos contienen microplásticos que pasan a tu cuerpo a través de la piel.
- Procura usar ropa «natural» de algodón, lino o seda.
- Aire acondicionado y calefacción.
- Los conductos de ventilación del aire acondicionado acumulan hongos que producen esporas y al ser inhaladas, producen toxinas en las mucosas nasales e intestinales.
- También ocurre en casas donde hay humedad y moho que también producen esporas que pueden ser infecciosas.
- Revisa y limpia a menudo los filtros de tus aparatos de aire acondicionado.
- Ventila tu casa a menudo.
- Utiliza purificadores de aire para limpiar el ambiente.
- Campos electromagnéticos, antenas 5G, repetidores, etc.:
- Bloquea en lo posible la luz azul de las pantallas. Utiliza gafas rojas.
- Apaga el wifi por las noches.
- Pon tu hogar con luces rojas al llegar la noche.
- Ambientadores:
- No uses ambientadores artificiales ni aerosoles.
- Usa un difusor con aceites esenciales.
- Pinturas y moquetas sintéticas.
- Agresiones a tu cuerpo evitables: tatuajes, piercings, mamas, labios, glúteos.
- Prótesis, implantes: Si lo necesitas, hay que ponérselas, pero haz un estudio por si tienes sensibilidad o alergia a alguno de los materiales.
- Evita el alcohol, te recuerdo que es una molécula tóxica.
- El alcohol logra pasar a la sangre y, al llegar al hígado, produce un bloqueo del procesamiento de los alimentos.
- Al quemar alcohol, las células hepáticas aparcan el metabolismo de azúcares, grasas y proteínas de los alimentos, porque está consiguiendo esa energía por medio de esta otra molécula.
- Lo que sucede es que se enlentecerá el proceso de la digestión y se acumulará prácticamente todo lo que has comido en forma de grasa corporal de reserva, por lo que, cuanto más alcohol bebas, más fácil subirás de peso.
- No fumes.
- Reduce en lo posible tus niveles de estrés. Recuerda que el estrés merma tus defensas y no te deja desintoxicarte.
- Y cuida tu higiene del sueño. Durante el sueño, el cuerpo se «limpia» y se recupera.
SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS
Cuando los alimentos no consiguen aportar todos los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita se hace necesario suplementar con lo que nos falte: vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos, etc.
Los suplementos más necesarios son:
- Vitamina C
- Magnesio
- Omega 3
- Polifenoles
- Manganeso
- Selenio
- Zinc
- Cobre
AQUÍ tienes todos los SUPLEMENTOS que me parecen buenas opciones.
LIBROS RECOMENDADOS
- «Vivir crónicamente sanos: tóxicos, conoce a tu enemigo», del Dr. Marcos Mazzuka, un experto en tóxicos y que tiene una clínica especializada en ello.
- “Un hogar (casi) libre de tóxicos”, de Eva Liljestrom, que ha estudiado profundamente el tema y nos dice cómo reducir las sustancias nocivas que nos rodean.
AQUÍ tienes todos los LIBROS que recomiendo y que te van a ayudar a mejorar tu salud.
CONCLUSIONES
Vivimos en un mundo en el que estamos rodeados de tóxicos.
Algunos son inevitables, pero otros muchos SÍ los puedes evitar.
Los tóxicos se van acumulando poco a poco en tu organismo y con el tiempo puedes llegar a enfermar de forma grave.
Cuida tu alimentación, tu hogar y tu entorno y minimiza el impacto de los tóxicos.
EN MIS LIBROS encontrarás toda la información necesaria para poner tu salud «A TOPE».
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