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El Cortisol y el Riesgo Cardiovascular

El cortisol es una hormona que cuando está crónicamente elevado, te puede hacer almacenar grasa donde no debe hacerlo, empeorando tu salud metabólica y aumentando tu riesgo cardiovascular.

 

¿QUÉ ES EL CORTISOL?

El cortisol es una hormona que secretan las glándulas suprarrenales en respuesta al estrés. Se libera en respuesta a situaciones estresantes o de peligro.

Es una hormona con un papel crucial para la supervivencia, ya que debe de dispararse en momentos muy puntuales en el día, cuando tu vida corre peligro ante una amenaza, como cuando te ataca o te persigue un depredador, y te proporcionará energía rápida para luchar o huir de esa amenaza.

El cortisol, además, tiene un saludable ritmo circadiano:

  • Se eleva al levantarte por las mañanas. De esta forma te ayuda a ponerte en marcha, y a la vez te eleva un poco la glucemia para darte esa energía para empezar el día.
  • Cae por las noches. Para poder tener una noche de descanso, reparadora. Si estás preocupado, con ansiedad, mantendrá el cortisol elevado por la noche, como si hubiera una amenaza exterior. No podrás dormirte hasta calmarte, pues el cerebro no liberará melatonina para poder dormir si hay «una amenaza exterior».

El cortisol desempeña varias funciones importantes en el cuerpo:

  • Activación del mecanismo de supervivencia para que se libere energía rápida a la sangre y poder «huir o luchar».
  • La supresión del sistema inmune en situaciones de estrés agudo.
  • La regulación de la presión arterial.
  • La regulación del metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas,
  • Ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
  • Regula el sueño y la vigilia.
  • Influye en la memoria y el estado de ánimo.

 

EL CORTISOL ANTE UNA AMENAZA DE PELIGRO

Ante una situación que amenace tu vida, se pone en marcha un mecanismo para que todos tus depósitos de energía se liberen a la sangre como un rayo para ser utilizados inmediatamente.

En este caso se activa el eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (HHA):

  • Tu amígdala cerebral informará de dicha situación al hipotálamo.
  • Este enviará una señal a la glándula hipófisis o glándula pituitaria.
  • La hipófisis liberará una serie de pre-hormonas que viajaran rápidamente por la sangre para que:
    • Las glándulas suprarrenales liberen adrenalina y cortisol.
    • Y además para que el páncreas libere glucagón.

Esto conseguirá energía rápida para tus músculos de varias formas:

  • Estimulará la ruptura de glucógeno en el hígado para generar nueva glucosa rápidamente al torrente sanguíneo para usarla inmediatamente.
  • Romperá proteínas para crear también nueva glucosa desde las proteínas.
  • Cogerá la grasa subcutánea para liberar todos esos ácidos grasos a la sangre y así:
    • Los músculos puedan obtener más energía desde ellos.
    • Cuando estos ácidos grasos lleguen por la sangre al hígado, este los convertirá además en cuerpos cetónicos, para dar rápida fuente de energía tanto al cerebro como a los músculos.

Es decir:  Ante una amenaza que pone en peligro tu vida, lo normal es que se eleve cortisol. Es bueno y es necesario. Te salvará la vida.

 

PERO ¿QUÉ OCURRE SI ESA AMEZANA PERDURA?

Hoy en día tenemos situaciones cotidianas en las que el cortisol permanece elevado durante largos periodos de tiempo, algo que no es fisiológico. Como por ejemplo cuando  un jefe que en el trabajo te hace la vida imposible, cuando tienes una mala situación económica, por una mala relación con tu pareja, por una situación de odio, por una alteración de la salud mental como la depresión, por una soledad no buscada, etc.

Un estado metabólico en el que el cortisol esté continuamente elevado es nefasto para tu salud y te traerá muy malas consecuencias.

 

El cerebro no distingue entre un tigre hambriento o un jefe agobiante.

Por lo tanto, lo que va a ocurrir es que:

Se producirá una tremenda disfunción del eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (HHA):

  • Toda esa energía que se está liberando continuamente desde el tejido subcutáneo a la sangre se encuentra con unos músculos que NO la van a utilizar.
  • Todos esos ácidos grasos flotando en la sangre se acumularán como grasa visceral, o grasa abdominal alrededor del hígado, del páncreas o de otros órganos.
  • Es decir, el cortisol secuestra la grasa subcutánea de la periferia y la deposita centralmente, de manera que aumenta tu grasa visceral y te predispone a todo el riesgo metabólico.

El cortisol crónicamente elevado hará todas estas cosas:

  1. Aumenta la grasa abdominal.
    • Te recuerdo que hay 2 tipos de grasa en el cuerpo humano:
      • La grasa periférica, subcutánea, que sirve de energía, que te protege del frío y metabólicamente buena.
      • La grasa abdominal, o visceral, que se infiltra detrás de los músculos y que rodea los órganos, y que es metabólicamente dañina. Suele ser un signo de pre-diabetes.
  2. Aumenta tu resistencia a la insulina, pues es una hormona directamente contraria a la insulina.
    • La insulina almacena energía.
    • Y el cortisol libera energía y glucosa a la sangre. Es una hormona que te lleva hacia la resistencia a la insulina y hacia la diabetes tipo 2.
  3. Bloquea la liberación de óxido nítrico, esa sustancia mágica vasodilatarora y reparadora del endotelio vascular. De modo que tendrás:
    • Una elevación de la tensión arterial. El cortisol aumenta la presión arterial.
    • Y un aumento de los daños en el endotelio vascular, ya que el cortisol «hiere» el glicocálix, esa capa protectora que reviste el endotelio vascular de la pared de las arterias. Se producen heridas.
    • Es en esas heridas donde empieza a desarrollarse ese trombo o coágulo reparador. Donde se inicia la cascada inflamatoria y la llegada de fibrina, plaquetas, colágeno, iniciando la placa de ateroma.

Es decir, los niveles altos de cortisol sólo tienen consecuencias nefastas para tu salud metabólica y para tu salud cardiovascular.

Y te lleva a desarrollar:

  • Una importante resistencia a la insulina
  • Todas las patologías del síndrome metabólico.
  • Aumento del riesgo de diabetes tipo 2.
  • Aumento de la obesidad.
  • Y aumento muy importante del riesgo cardiovascular, ya que se daña las paredes de las arterias, provocando heridas que deben ser reparadas, y así se producen las placas de ateroma o los trombos.
  • NO es por el colesterol. El colesterol nada tiene que ver en esa placa, es completamente irrelevante. Pueden tenerlo alto, bajo o regular. Se infartan igual. Y recuerda que:
    • Lo que te enferma y te puede llegar a matar es tener una mala salud metabólica, esa resistencia a la insulina que conlleva la llamada «dislipidemia aterogénica», ese patrón alterado de:
      • Triglicéridos altos.
      • Y colesterol HDL bajo.
    • Tu colesterol total y LDL NO tienen ningún papel en tu mortalidad cardiovascular siempre que tengas un buen patrón de salud metabólica

 

¿QUÉ PUEDES HACER PARA REDUCIR TU CORTISOL Y MEJORAR TU SALUD CARDIOVASCULAR?

Alinéate con los ritmos circadianos: Recuerda que el cortisol se eleva al amanecer y cae por las noches.

  • No permanezcas despierto viendo la tele hasta altas horas de la noche, cuando lo que debes de hacer es descansar y dormir.
  • No cenes tarde. La cena eleva el cortisol durante una hora. Recuerda el dicho popular «De grandes cenas están las sepulturas llenas».
    • No pueden convivir cortisol y melatonina.
    • Tampoco insulina y melatonina
  • Ve a dormir con un estómago vacío. Es una de las mejores formas de cuidar tu salud metabólica. Intenta cenar al menos 3 horas antes de ir a dormir para alinearte con los ritmos circadianos.
  • Si puedes elegir, intenta no trabajes en turnos de noche que tanto alteran los ritmos circadianos. De noche hay que dormir.

Intenta reducir tus niveles de cortisol en el día a día.

  • Exponte al sol a la naturaleza y liberarás óxido nítrico. Pasea en el exterior.
  • Utiliza técnicas de relajación, meditación, yoga, etc.
  • Respira por la nariz, que también libera óxido nítrico. Hazlo lentamente cada día. Bastan 15 minutos y funciona para reducir el cortisol.
  • Socializa. Rodéate de gente que te quiere, familia y amigos, que te haga sentir que perteneces a ellos. Se amable con los demás. Sonríe.
  • Da las gracias cada día por todo lo bueno que tienes.
  • Si ya estás jubilado, no te aísles, intenta seguir perteneciendo a grupos que no sea el del trabajo. Sé voluntario en una organización benéfica.
  • Siéntete vivo.

Cuida lo importante. No son las cosas que te ocurren en la vida lo que te daña la salud cardiovascular, sino cómo te afectan las cosas de la vida que te van pasando.

Lo que ocurre no depende de ti. Cómo te afecta y cómo respondes ante ellas que depende de ti.

 

SUPLEMENTOS QUE TE PUEDEN AYUDAR

Los mejores suplementos para ayudarte a reducir el cortisol y mejorar el estrés son:

Algunos adaptógenos que no tienen efectos secundarios y son extraordinarios para gestionar el estés. Puedes tomaros juntos sin ningún problema.

Y también:

  • Magnesio: El magnesio además de otras funciones importantísimas, te ayuda a relajarte y a conciliar el sueño.

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LIBROS RECOMENDADOS

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CONCLUSIONES

Niveles altos de cortisol tienen consecuencias nefastas para tu salud metabólica y para tu salud cardiovascular.

Y te lleva a desarrollar: resistencia a la insulina, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, obesidad abdominal, y un aumento importante de riesgo cardiovascular

Además, estos niveles elevados y prolongados de cortisol suprime el sistema inmune y también afecta negativamente en la salud mental.

 

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