
Cuerpos Cetónicos o Cetonas: Un Súpercombustible para tu Cerebro
Cetosis, cetogénesis, cuerpos cetónicos, cetonas, alimentación cetogénica.
¿Qué es esto? ¿Un trabalenguas?
Te aclaro conceptos.
Tu cuerpo y todas tus células necesitan diariamente una carga energética para funcionar correctamente. Solo el cerebro consume el 20% de toda la energía corporal de tu organismo.
Los «combustibles» que proporcionan esa energía imprescindible para vivir desde los alimentos básicamente son dos: glucosa y grasa.
Hay órganos que no pueden funcionar con grasa, como el cerebro, y hay células que sólo pueden funcionar con glucosa, como los glóbulos rojos. Por lo tanto la glucosa es necesaria para vivir.
Si hay glucosa disponible, está va primero. Se pone la primera de la fila. La grasa se queda como reserva.
Esto quiere decir que mientras comas carbohidratos, le estás proporcionando glucosa en abundancia a tus células, y funcionarán casi en exclusiva con glucosa. Así que, insisto, mientras sigas consumiendo carbohidratos, tu cuerpo quemará glucosa y no grasa.
Pero ¿Qué pasaría si te quedas sin reservas de glucosa en la sangre?
Pues que tu cuerpo «accede a reservas» y utilizará la grasa como energía principal, tanto la que ingieres como la que tienes almacenada.
Y ¿Qué pasa con los órganos que sólo pueden funcionar con glucosa?
Pues que tu cuerpo activa un “Plan B” de emergencia para poder mantener los niveles mínimos y necesarios de glucosa en el cuerpo. Tu hígado se da cuenta de que hay bajos niveles de glucosa y comienza a producirla mediante gluconeogénesis para que esos órganos que sólo pueden funcionar con glucosa puedan seguir haciéndolo.
Y a su vez, utiliza parte de la grasa para fabricar cuerpos cetónicos o cetonas para mantener activo el cerebro. Es la llamada cetogénesis.
Tras un periodo de adaptación, entras en cetosis, un proceso metabólico que utiliza las grasas como energía principal y cuerpos cetónicos como energía para el cerebro. Es un estado fisiológico normal y natural.
¿Te queda claro?
- Cetogénesis: proceso metabólico que ocurre de forma natural en el que se producen los cuerpos cetónicos.
- Cuerpos cetónicos: compuestos químicos resultado de la cetogénesis que sirven de energía para el cerebro.
- Cetosis: estado fisiológico que utiliza las grasas y los cuerpos cetónicos como fuentes de energía en vez de glucosa.
- Alimentación cetogénica: es aquella alimentación que de forma natural te hace entrar en cetosis y mediante cetogénesis producir cuerpos cetónicos.
Un trabalenguas, sí.
LOS CUERPOS CETÓNICOS SON UN SÚPERCOMBUSTIBLE PARA EL CEREBRO
Pero ¿Sabes como se forman? ¿Son «peligrosos» como dicen algunos?
Así lo entiendo yo:
Tu cuerpo puede quemar tanto carbohidratos transformados en glucosa como grasa, pero quemará los carbohidratos primero.
El problema es que no hay barra libre de carbohidratos. Los carbohidratos no utilizados como energía no pueden almacenarse para quemarlos después. Y por eso hay un límite muy reducido de los carbohidratos que debes ingerir. Cuando te pasas de ese límite, tu cuerpo solo tiene una alternativa: sabiamente transformará el excedente de glucosa en grasa que sí se puede almacenar ilimitadamente como reserva.
Por eso los carbohidratos son potencialmente “engordadores”, porque se transforman en grasa con facilidad. Esto sucede especialmente si eres resistente a la insulina, o lo que es lo mismo, “intolerante a los carbohidratos”. Cuando ocurre esto, empiezan muchos problemas metabólicos que desembocan en enfermedades.
Así que tenlo presente: Mientras haya carbohidratos, tendrán prioridad y se quemará glucosa. Y simultáneamente se inhibirá la quema de grasa.
En una sola comida con un buen aporte de carbohidratos tu quema de grasa se detiene inmediatamente.
En cambio, cuando mantienes bajos los niveles de carbohidratos netos en tus comidas, tu cuerpo cambia el metabolismo y utiliza las grasas como combustible principal. Tras un periodo de adaptación, entras en cetosis o cetosis nutricional.
El hígado comienza a convertir parte de esa grasa en moléculas de energía llamadas cuerpos cetónicos o cetonas.
Este proceso, llamado cetogénesis, tiene lugar en las mitocondrias de las células del hígado. Su función es suministrar energía principalmente al cerebro, que no puede «alimentarse» de grasa, en situaciones de bajos niveles de glucosa disponibles en sangre. Gracias a que tienes al hígado para fabricar cuerpos cetónicos tu cerebro sigue funcionando.
Y ¿Los cuerpos cetónicos son «peligrosos», como algunos dicen?
No.
Salvo una excepción: Los cuerpos cetónicos se pueden elevar de forma patológica en personas diabéticas. Es la llamada cetoacidosis diabética y se trata de una emergencia médica que disminuye el pH en sangre hasta tal punto que puede amenazar la vida del paciente.
Pero no debe confundirse con la la cetosis nutricional, que es un estado fisiológico normal, donde los cuerpos cetónicos no alteran el pH sanguíneo.
Ante un páncreas normal o sano, una persona nunca entrará en cetoacidosis. La insulina no permitirá que el nivel de cuerpos cetónicos supere un umbral de seguridad. No habrá exceso de cuerpos cetónicos.
Por lo tanto los cuerpos cetónicos no son peligrosos, como algunos dicen. De hecho, la cetosis es la solución ideal para la supervivencia humana. Y así hemos evolucionado.
ENTONCES, RECAPITULEMOS: ¿QUÉ SON LOS CUERPOS CETÓNICOS?
Los cuerpos cetónicos o cetonas son compuestos químicos producidos en las mitocondrias de las células del hígado para suministrar energía fundamentalmente al cerebro. Se forman cuando entras en cetosis y es un proceso fisiológico natural.
Dicho de otra forma, son un «producto de deshecho» de las grasas que se producen cuando tu cuerpo recurre a la combustión de las grasas en lugar de la glucosa para generar energía.
Los compuestos químicos de los cuerpos cetónicos son:
- El ácido acetoacético (acetoacetato).
- Una parte del acetoacetato se transforma en acetona, pero en cantidades insignificantes en condiciones normales. es el responsable del mal aliento en los primeros días de estar en cetosis.
- El ácido betahidroxibutírico (β-hidroxibutirato), que es el más abundante de todos, casi un 80% del total.
La forma natural de producir cuerpos cetónicos es mediante el ayuno y la alimentación cetogénica, que dejan «hambrientas» de glucosa a tus células, de manera que el hígado hace 2 cosas fundamentales:
- Fabrica la mínima glucosa necesaria para los glóbulos rojos y otros órganos que dependen de la glucosa.
- Utiliza parte de la grasa para crear cuerpos cetónicos, o cetonas, un súpercombustible alternativo principalmente para el cerebro.
Por lo tanto, cuando estás en cetosis, tu cuerpo es capaz de utilizar varios combustibles:
- Grasas para la los músculos y la mayoría de los órganos.
- Glucosa para los glóbulos rojos y otros órganos que dependen de la glucosa para funcionar.
- Y cuerpos cetónicos fundamentalmente para el cerebro.
Como ves, la cetosis agota las reservas de glucógeno para quemar grasa y cuerpos cetónicos. Las grasas de alta calidad, junto con los cuerpos cetónicos, son un combustible más eficaz que los carbohidratos.
Recuerda: Para que ocurra la cetosis, debes mantener bajos los niveles de insulina, con una alimentación baja en carbohidratos.
Porque la insulina inhibe la producción de cuerpos cetónicos.
Por lo tanto si consumes carbohidratos de forma normal, nunca estarás en cetosis.
La cetosis nutricional tiene muchos beneficios para tu salud: mejora la sensibilidad a la insulina y minimiza el riesgo de una gran cantidad de problemas de salud: diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y cáncer. Por eso la alimentación cetogénica es “fuente de juventud”.
¿QUÉ SUCEDE CUANDO “TE SALES DE CETOSIS”?
Es fácil salirse de cetosis cuando sales a comer con amigos o cuando te quieres comer un bocadillo o dar un capricho dulce.
En estos casos los que sucede es que:
- Tu cuerpo vuelve a consumir glucosa como su principal fuente de energía.
- Las reservas de glucógeno se reponen.
- La producción de cetonas se detiene.
Las comidas «trampas» o los bocadillos que te comas repondrán estas reservas de glucógeno y harán que tu cuerpo vuelva a depender de la glucosa.
- Si es algo puntual, reiniciar la cetosis solo te llevará a lo sumo unos pocos días.
- Si es algo más frecuente, es probable que vuelvas a tener antojos de dulce, y lo que es mucho peor: Te inflamas. La glucosa y la fructosa en cantidades elevados presentes en los carbohidratos son precursores de la inflamación. Esto puede causar síntomas como dolor abdominal, acidez estomacal, gases y calambres.
PERO NO PASA NADA: PUEDES «VOLVER A CETOSIS» CUANDO QUIERAS
¿Cómo?
Volviendo a «entrenar» tu cuerpo para que vuelva a quemar grasa y utilizar cetonas como fuente de energía en lugar de depender del azúcar y los carbohidratos.
Si quieres recuperar la cetosis, no te queda más remedio que ser estricto con las reglas de la alimentación cetogénica, muy baja en carbohidratos, sin miedo a consumir más grasas saludables.
Además te ayudará mucho:
- Beber agua y mantenerte hidratado. Junto con la hidratación, recuerda tomar electrolitos y/o caldo de huesos para evitar eliminar los minerales.
- Dormir bien 7 – 8 horas cada noche. El ayuno nocturno cura y repara.
- Volver a hacer ayuno intermitente de 16 horas: te ayudará a gastar las reservas de glucógeno y a volver a la cetosis más rápido.
- Mantener tu rutina de ejercicios físicos durante el reinicio cetogénico para «gastar» la glucosa y hacer una transición más rápida a la cetosis. Recuerda que también hay que descansar para que los músculos se recuperen.
El tiempo que se tarda en volver a la cetosis depende de muchos factores y según la persona.
Si sueles estar en cetosis, si sueles hacer ayunos, si haces ejercicio, etc. volverás a cetosis muy rápido.
Sin embargo, si has sido sedentario y has hecho varias comidas altas en carbohidratos, es posible que tarde más tiempo volver a la cetosis. Incluso puedes volver a sufrir temporalmente la famosa «keto-gripe», si ya la sufriste la primera vez. Cuanto más esperes para volver a la cetosis, mayores serán las posibilidades de que ocurran estos síntomas.
CONCLUSIONES
Los cuerpos cetónicos o cetonas son compuestos químicos que produce tu hígado para suministrar energía fundamentalmente al cerebro cuando entras en cetosis y es un proceso fisiológico normal y saludable.
La forma natural de producir cuerpos cetónicos es mediante el ayuno y la alimentación cetogénica, que dejan «hambrientas» de glucosa a tus células.
Así tu cuerpo recurre a las grasas como fuente de energía principal y fabrica cuerpos cetónicos para tu cerebro.
Y así hemos evolucionado y sobrevivido como especie.
Los cuerpos cetónicos son un súpercombustible perfectamente saludable.
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