
Cuida tus Mitocondrias: De ellas sale la vida
Como sabes, tu cuerpo está formado por billones de células. Y del correcto funcionamiento de tus células, depende tu salud. Dentro de las células se encuentran las mitocondrias, unos orgánulos celulares cuyo objetivo es producir energía.
Las mitocondrias son las «baterías de tus células» y las responsables de llevar a cabo la respiración celular.
De las mitocondrias sale la vida. Sin energía no hay vida.
Unas mitocondrias sanas son clave para tu salud y para la prevención de enfermedades.
Las mitocondrias tienen su propio ADN. Y curiosamente el ADN mitocondrial sólo se hereda de la madre. Del padre, nada.
LAS MITOCONTRIAS SON TU «CENTRAL DE ENERGÍA»
La energía química producida por las mitocondrias se almacena en una “batería química” llamada ATP o trifosfato de adenosina. Esta energía se va liberando a medida que se necesite.
Las mitocondrias se reproducen por sí mismas, lo que significa que una mitocondria puede formar una segunda, una tercera, etc. Esto ocurre siempre que la célula necesite cantidades mayores de ATP.
En las mitocondrias es donde tiene lugar el famoso ciclo de Krebs, ciclo en donde, mediante una larga cadena enzimática, se quema glucosa y grasa para producir energía en forma de ATP. Es un circuito muy complejo donde se van cediendo electrones de una enzima a otra que genera energía, y gracias al oxígeno (ese que respiras) se produce la fuente de energía para el funcionamiento correcto de tus células, tejidos y órganos. Todo.
Entiéndelo: En la célula, la moneda de cambio energético es el ATP. No tienen ni idea de lo que son las calorías. Y decimos moneda de cambio porque las células intercambian energía constantemente.
- Una molécula de glucosa produce a lo sumo 38 ATP.
- Un ácido graso produce 106 ATP. Otra vez vemos que las grasas son el combustible más eficiente.
Las mitocondrias son el único lugar del cuerpo en donde se produce la quema de la grasa y de las cetonas.
Las mitocondrias se encuentran en todas las células, a excepción de los hematíes o glóbulos rojos. Los glóbulos rojos no tienen ninguna mitocondria porque son los encargados de repartir el oxígeno por todo nuestro cuerpo y si no tienen mitocondrias nos aseguramos de que entregarán todo ese oxígeno.
DISFUNCIÓN MITOCONDRIAL
Las mitocondrias, tu central energética, es la base de tu salud.
Las mitocondrias regulan tu metabolismo, el sistema inmune y la inflamación. Si están en condiciones óptimas, impiden que enfermes.
Cuando no llega suficiente energía a las mitocondrias, estas empiezan a funcionar mal. Da lugar a la disfunción mitocondrial y se produce cansancio y fatiga, inflamación, etc.
Si fallan las mitocondrias:
- Se disparan procesos inflamatorios y aparecen enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes o la aterosclerosis. Es decir, el famoso síndrome metabólico.
- Se paralizan procesos celulares importantes como la síntesis de nuevas proteínas.
- La falta de energía neuronal puede dar lugar al Alzheimer.
- La falta de energía a nivel celular y el daño al ADN puede dar lugar al cáncer.
La disfunción mitocondrial da lugar a la enfermedad. Hace que tengas un sistema inmune deficiente y seas más susceptibles a infecciones.
Es muy importante cuidar las mitocondrias para mantenerte alejado de la enfermedad, independientemente de si estás predispuestos genéticamente o no.
LOS RADICALES LIBRES
Además de la producción de energía, en ese traspaso de energía entre electrones se producen desechos en forma de óxido: son los llamados radicales libres.
Los radicales libres, en su justa medida, son necesarios porque avisan a la célula que o bien debe regenerarse y crear nuevas mitocondrias, o bien que debe suicidarse mediante la llamada apoptosis. Si la alimentación es adecuada y la mitocondria está sana, los radicales libres le dice a la célula que o bien es necesario dejar de aceptar energía nueva promoviendo la saciedad, o bien que debe transformarse la energía sobrante en grasa.
Pero cuando el número de radicales libres es mayor del necesario, estos óxidos tienen un poder de destrucción tremendo y pueden dañar las membranas celulares, el núcleo de la célula y el ADN. Es lo que se llama el estrés oxidativo y la principal causa de envejecimiento y de muchas enfermedades.
Por eso es importante que la producción de radicales libres no exceda de la necesaria y que además tengas el mayor número de elementos para neutralizarlos (antioxidantes).
A medida que envejeces, los radicales libres destruirán muchas de tus mitocondrias y deteriorarán otras muchas. Lo normal es que en un niño saludable de cinco o seis años, casi el 100% de sus mitocondrias estén funcionando bien.
MITOFAGIA
La mitofagia es la autofagia específica de las mitocondrias.
Cuando la mitocondria tiene un ADN mutado o cuando al dividirse da origen a mitocondrias defectuosas, estas deben ser eliminadas.
Tener mitocondrias dañadas puede ser muy perjudicial, no solo porque el suministro de energía puede ser muy insuficiente, sino porque además liberan citocinas inflamatorias nocivas.
Por lo tanto eliminar las mitocondrias viejas y dañadas y reemplazarlas con nuevas es crucial para la salud de tus células.
La densidad de nutrientes y el ayuno intermitente promueves la mitofagia.
SALUD MITOCONDRIAL
Unas mitocondrias sanas son clave en la prevención de enfermedades.
Y para ello es necesario 4 cosas:
- una alimentación adecuada
- exposición al sol
- ayuno intermitente
- ejercicio.
Los alimentos son información para tus células y tus mitocondrias. Porque las mitocondrias convierten los alimentos en energía celular. No olvides que comes para que tus células se alimenten y funcionen correctamente.
Las mitocondrias necesitan muchísimos nutrientes para funcionar óptimamente y para que tus células estén sanas y se comuniquen de manera correcta.
Los alimentos más ricos en nutrientes para las miticondrias son casualmente los que contienen tejidos ricos en mitocondrias. Hablamos de los órganos como el hígado y el corazón.
La velocidad a la que tus células regeneran de forma natural las mitocondrias está controlada por la disponibilidad de nutrientes. Cuando los nutrientes están presentes en alta cantidad, la célula tiene suficiente combustible para quemar y es más eficiente.
Exponte al sol porque la luz solar es fundamental para la correcta producción de ATP.
Haz ayuno intermitente. Es muy importante dar a tus mitocondrias la oportunidad de “hacer limpieza” y regenerarse, y esto se consigue cuando no comes. Es en los períodos de ayuno, sin entrada de nutrientes y de energía, se eliminan las mitocondrias disfuncionales, se reparan las que están dañadas y se crean nuevas.
El ejercicio aumenta las mitocondrias y más si añades trabajo de fuerza. Los intervalos de alta intensidad también (HIIT) son magníficos para generar nuevas mitocondrias.
Los entrenamiento en ayunas también aumentan la creación de mitocondrias ya que el cuerpo se ve obligado a quemar más grasa.
CONCLUSIONES
Mantén sanas a tus mitocondrias con una alimentación rica en nutrientes, exposición al sol, ayuno intermitente y ejercicio físico.
Unas mitocondrias sanas implica salud global.
La disfunción mitocondrial da lugar a la enfermedad y debilita tu sistema inmune.
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