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El Coco: Un Tesoro Nutricional

El coco es una fruta tropical obtenida del cocotero, el llamado “árbol de la vida”, muy común en América Latina, la región del Indo-Pacífico o Australia. Es una fruta que se considera un tesoro nutricional porque tiene muchos beneficios para la salud, debido a la cantidad y tipo de nutrientes que tiene.

Del coco se aprovecha el 100% y todo él es extraordinario para la salud. Se puede beber el agua que guarda en su interior, se puede comer la pulpa fresca y, se puede obtener aceite, manteca, leche y harina.

 

EL COCO TIENE MÚLTIPLES BENEFICIOS

Si te comes un coco natural a modo de fruta estás ingiriendo un alimento muy rico en nutrientes.

Es alto en potasio. Tiene casi el doble que un plátano, por ejemplo. También contiene otros minerales como el fósforo, magnesio y hierro.

El coco tiene un índice glucémico bajo. Es “low carb” porque tan solo tiene 4,8 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos. Por lo tanto ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre.

Es muy alto en fibra (8 gramos).

Cuenta con vitaminas E, C y del grupo B.

Es antioxidante.

Y además ayuda a adelgazar.

Pero su principal macronutriente es la grasa. De ahí que se obtenga un aceite que nos proporciona una grasa de las buenas.

El coco y especialmente su aceite es, esencialmente, un alimento natural antibacteriano, antibiótico, antiviral, antifúngico, antiparasitario y antiprotozoario.

Lo mejor del coco es su aceite. El aceite de coco tiene un 90% de grasas saturadas y a pesar de que muchos “profesionales de la salud y la nutrición” dirán que te mantengas lejos de ellas, el aceite de coco se considera una grasa de las buenas, que tiene muchos beneficios para la salud.

Del aceite de coco se extrae el aceite MCT: alimento para tus neuronas. Son triglicéridos de cadena media, que apenas está disponible en otros alimentos. Son moléculas pequeñas que se procesan en el hígado para obtener  cuerpos cetónicos para el cerebro.Un consumo elevado de aceite MCT permite mantenerte en cetosis de forma más óptima, y te ayuda a adelgazar.

El aceite de coco es alimento y medicina, y tiene muchísimos beneficios para tu salud.

Como curiosidad os cuento que la leche materna es muy rica en ácido láurico, igual que el aceite de coco, fundamental para el desarrollo del sistema inmunológico del bebé, previniendo infecciones.

 

EL COCO EN LA COCINA

El agua pura de coco, la recién sacada del fruto, está riquísima y tiene muchos beneficios para la salud. La que venden envasada, normalmente es un procesado, y de hecho no tiene nada que ver su sabor. Leer bien la etiqueta.

Para saber si un coco está en buen estado lo agitaremos y si se oye el agua es que está fresco. Para abrirlo, haremos un agujero en uno de sus “tres ojos”. Retiraremos el agua, o nos la bebemos directamente con una pajita.

La pulpa se extrae rompiendo el coco a golpe de martillo. Para conservar su pulpa hay que colocarla en un recipiente con agua y guardarla en la nevera. Se mantiene hasta tres días si se le cambia a diario el agua.

 

El aceite de coco virgen es bueno para cocinar ya que aguanta muy bien las altas temperaturas y no se oxida con el calor, precisamente por su alto porcentaje de grasa saturada.

La harina de coco contiene mucha fibra y cero gluten. Se utiliza para repostería y panadería. Las personas con intolerancia al gluten tienen un valioso aliado en la harina de coco. El coco rallado es otra buena opción para añadir a tus postres.

La leche (o nata) de coco es grasa y espesa. Se hace con coco y agua. Se puede tomar en batidos o acompañando a un café. También se usa mucho en repostería. Es ideal para personas con intolerancia a la lactosa, como sustituto de la leche de vaca.

Si dejas la leche de coco en la nevera el tiempo suficiente, por ejemplo toda la noche, consigues que la grasa endurezca. De esta forma, cuando abras el bote de leche de coco, en la parte superior estará la grasa. Esta grasa batida adecuadamente nos da una nata batida buenísima para un café o para acompañar a algún postre low carb.

Y una opción muy sana son los Chips de Coco, como aperitivo saludable. Están buenísimos.

 

CURIOSIDADES

Hay poblaciones que basan gran parte de su alimentación en el coco. Ejemplos son

Isla de Kitava, en Nueva Guinea. Su población fue estudiada en los años 90 por su buena salud y ausencia de enfermedad. Aunque su dieta contenía mucha grasa saturada procedente del coco, prácticamente no existían casos de enfermedad coronaria. Y esto no es porque tuviesen una determinada genética, ya que cuando emigraban a poblaciones occidentales, su salud empeoraba. Decían que los únicos gordos en Kitava eran los que ya no vivían en la isla.

Isla de Tokelau, en la Polinesia.  Era una población muy asilada que basaba gran parte de sus calorías en el consumo del coco con toda su grasa. Tampoco sufrían enfermedades cardiovasculares, hasta que fueron emigrando a Nueva Zelanda y pasaron a una dieta “moderna” remplazando el coco por carbohidratos como el azúcar, harinas y productos procesados de supermercado, y su salud se deterioró.

 

LO QUE HAGO YO

A mí me gusta mucho el coco, como fruta, de forma natural. De vez en cuando me compro uno y lo disfruto.

Además, cada día le pongo una cucharada sopera de aceite de coco virgen y otra cucharada de aceite MCT a mi té matcha.

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CONCLUSIONES

El coco es una fruta de las mejores que puedes tomar. Es un tesoro nutricional.

Acompañado de una alimentación baja en carbohidratos, el aceite de coco es una de las grasas buenas que puedes incluir en tu dieta.

Las grasas no elevan la insulina. Mantén baja la insulina.

Además el aceite de coco es bueno para tu colesterol y tu salud cardiovascular.

 

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