
Triglicéridos en Sangre: Cuanto más bajos mejor
Muchos de nosotros escuchamos al médico decir cosas como «tienes los triglicéridos un poco altos» y no sabemos muy bien qué significa.
De forma simple los triglicéridos son grasas. Y sabiendo esto, te surgen las típicas preguntas de cómo llegan a a sangre, si depende o no de lo que comas. Y por supuesto cómo puedes bajarlos.
Una definición más correcta es que los triglicéridos son un tipo de energía en forma de grasa. Se encuentran en la sangre y en el tejido adiposo como reserva de energía.
La misión de los triglicéridos es la de servir como fuente de energía. Bien para para ser utilizados por tus células o bien para ser almacenados como reserva en caso de necesidad.
Los triglicéridos también son esenciales para la vida, pero en su justa medida.
Dependiendo de lo que comas, se forman los triglicéridos.
EL TEJIDO ADIPOSO ESTÁ LLENO DE TRIGLICÉRIDOS
Cuando hablamos del tejido adiposo estamos hablando de la grasa que tienes almacenada en tu cuerpo. La mayor parte del tejido adiposo se encuentra debajo de tu piel repartido más o menos uniformemente por todo tu cuerpo. Es verdad que hay zonas con más grasa como el abdomen o las caderas, pero también puede formarse grasa alrededor de tus propios órganos o incluso dentro de ellos. Como te puedes imaginar, el tejido adiposo es un almacén de grasa de tamaño ilimitado.
Las células del tejido adiposo se llaman adipocitos. Y los adipocitos almacenan la grasa en forma de triglicéridos.
Por lo tanto la grasa acumulada de tu cuerpo es un cúmulo de triglicéridos. Por eso, cuando hablamos de triglicéridos estamos hablando de grasa.
TAMBIÉN HAY TRIGLICÉRIDOS EN LA GRASA QUE COMES
Cuando comes grasas, como en un filete o un aguacate, ahí tienes triglicéridos. Aunque lo más correcto sería decir “ahí tienes ácidos grasos”, que se empaquetan en triglicéridos.
Una vez absorbidos en el intestino, los triglicéridos son transportados en el torrente sanguíneo en partículas de tamaño grande llamadas quilomicrones. Y lo hacen viajando a través del conducto torácico y sin pasar por el hígado, van directamente a los músculos, incluido el corazón para proveerles de energía.
Una vez que los triglicéridos se han ido distribuyendo para proveer energía a los distintos órganos, los quilomicrones remanentes van finalmente al hígado para su reciclado. El exceso se guarda como almacenamiento de energía en el tejido adiposo para un futuro uso.
Es decir, si tu metabolismo está funcionando como fue diseñado, las grasas que comes viajarán como forma de energía a tus músculos y órganos, se utilizarán y no se quedarán en la sangre. Sin pasar por el hígado y descargándole de trabajo porque no tendrá que producir más triglicéridos de los necesarios. Muchas personas piensan que ingerir más grasas sobrecarga al hígado cuando es precisamente al revés.
En cambio, si comes azúcar y carbohidratos refinados, tus músculos están demasiado ocupados quemando glucosa, no pueden utilizar los triglicéridos que comes y estos se quedan “flotando” en la sangre. Es aquí cuando en tu analítica te saldrán altos los triglicéridos.
Y esto no es nada bueno.
Además, tu hígado también puede fabricar triglicéridos, a partir de los carbohidratos que has comido, mediante lo que se llama Lipogénesis De Novo hepática, o “crear grasa de nuevas”.
Por tanto, los triglicéridos altos en la sangre es la temida grasa saturada en la sangre, que no viene de la grasa de la dieta, sino del exceso de carbohidratos de la dieta que, el hígado transforma en triglicéridos y que permanecen flotando en la sangre, porque los músculos , en presencia de insulina alta, están demasiado ocupados quemando los carbohidratos como energía. Y esa «grasa saturada en la sangre» sí que es dañina. Pero nada tiene que ver con la grasa de la dieta, sino con los carbohidratos.
En cantidades normales (inferior a 80-100 mg/dl en ayunas) los triglicéridos son necesarios, tanto como forma de transportar energía al organismo como forma de almacenar energía para reserva.
Tener niveles altos de triglicéridos en la sangre no es nada bueno. Es un marcador de una mala salud metabólica, de síndrome metabólico y de resistencia a la insulina.
ENTONCES ¿CÓMO SE FORMAN LOS TRIGLICÉRIDOS?
O vienen de los alimentos. Cuando comes grasa, se digiere en el intestino, se absorbe y pasa a la sangre. En la sangre se distribuye llevando la energía al resto de órganos. Y los triglicéridos que no se han utilizado se almacenan en el tejido adiposo como reserva de energía para un uso futuro en épocas de ayuno.
O los fabrica el hígado. Pero NO desde la grasa que comes, sino de los carbohidratos que comes, y especialmente del exceso de fructosa en el hígado (alimentos ultraprocesados, bollería, bebidas azucaradas,…) y el exceso de azúcares e hidratos de carbono en la dieta.
COMPOSICIÓN DE LOS TRIGLICÉRIDOS
Los triglicéridos están formados por:
- 3 cadenas de ácidos grasos
- unidas a 1 molécula de glicerol.
Los ácidos grasos se «separan» de los triglicéridos y así la mayoría del cuerpo puede usar estos ácidos grasos directamente para obtener energía.
Y el glicerol se va al hígado, donde puede someterse al proceso de gluconeogénesis y convertirse en glucosa para las partes del cuerpo que solo pueden usar glucosa, como los glóbulos rojos.
Es decir, los ácidos grasos forman parte de los triglicéridos. Y estos son los que dentro de la célula se combustionan para obtener energía en forma de ATP, la moneda de cambio energético de tu cuerpo. Se obtienen más ATP de un ácido graso que de una glucosa.
En definitiva, los ácidos grasos son la forma final de la que se obtiene energía del tejido graso.
LOS TRIGLICÉRIDOS: ¿SON BUENOS O MALOS?
Depende de la cantidad. En la cantidad adecuada, los triglicéridos son necesarios para la vida.
Los niveles ALTOS de triglicéridos en sangre NO son buenos e indican un problema.
Los niveles altos de insulina impiden quemar grasas y solo podemos quemar carbohidratos. De manera que los triglicéridos persisten altos en la sangre, sin poder llegar a su destino.
Unos triglicéridos altos es un marcador de mala salud metabólica. Esos triglicéridos son la «temida grasa saturada de la sangre» que, repito, no vienen de la grasa de la dieta, sino del exceso de carbohidratos de la dieta.
En cantidades normales (inferiores a 80-120 mg/dl en ayunas) los triglicéridos son necesarios, tanto para transportar energía al organismo como forma de almacenar energía para la escasez.
Así pues, tener niveles de insulina bajos o moderados (como ha tenido el ser humano durante millones de años de evolución) hará que este sistema funcione correctamente y no sea disfuncional.
TRIGLICÉRIDOS Y COLESTEROL HDL
Cuando en una analítica, los valores de los triglicéridos en ayunas son altos, el colesterol HDL, el llamado «colesterol bueno» suele estar bajo. Esta situación se llama dislipidemia aterogénica que significa que hay una alteración del transporte de los lípidos en la sangre.
Esto se ha producido porque el exceso de azúcares y carbohidratos refinados hace que, ante una insulina alta, se bloquea el metabolismo de las grasas, tu cuerpo solo pueda tirar de glucosa, y tu hígado se vea obligado a generar exceso de triglicéridos. Y los triglicéridos se quedan en la sangre.
Y el colesterol HDL, en su papel de reciclado, se acaba “agotando” por tanto trabajo, disminuyendo su número.
Por eso es importante mirar en una analítica el cociente triglicéridos/HDL. Es el mejor marcador cardíaco.
- Idealmente debe ser inferior a 2.
- Si es superior a 3 o a 3.5 es sinónimo de resistencia a la insulina, síndrome metabólico y riesgo cardiovascular. Un desastre.
Por lo tanto, los triglicéridos cuanto más bajos mejor. Que estén por debajo de 120 mg/dl, y mucho mejor si están por debajo de 80 mg/dl.
Y ¿Qué sube los triglicéridos? Los azúcares y los carbohidratos refinados, que hacen subir la insulina y almacena la glucosa excedente en forma de triglicéridos.
El colesterol HDL cuanto más alto mejor. Superior a 50 mg/dl. Y ¿Qué sube el HDL? Las grasas saludables de la dieta, hacer ejercicio, perder peso y llevar buenos hábitos de vida.
CONCLUSIONES
Los triglicéridos altos y el colesterol HDL bajo en sangre es un factor determinante en el riesgo cardiovascular.
Mantén tus triglicéridos bajos reduciendo los azúcares y los carbohidratos refinados. Las grasas son inocentes.
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