
¿Se puede adelgazar sin pasar hambre?
Las «dietas de adelgazar» se basan en precisamente eso: «comer menos y moverse más». Y esto casi siempre hace que adelgazar implique que se pase un poco de hambre. Pero ¿Acaso se puede adelgazar sin pasar hambre?
Culpan al exceso de calorías de que no adelgaces; es decir, no importa mucho qué se coma mientras el balance de calorías dé negativo.
Si esto fuese cierto, adelgazar sería un problema de tener la fuerza de voluntad necesaria para ello: basta con comer menos, pasando un poco de hambre, y hacer un poco de ejercicio. Sin embargo, a largo plazo pasan dos cosas:
- Que el metabolismo se adapta a lo que ingieres, y pasado unos pocos meses, ocurre el famoso «efecto rebote» y vuelves a engordar.
- Y que pasar un poco de hambre te hace abandonar porque no se puede vivir siempre con hambre.
La realidad es que sigue habiendo una auténtica epidemia de obesidad y sobrepeso.
Entonces ¿Qué solución hay? ¿Cómo se puede adelgazar comiendo la cantidad que uno quiera y sin pasar hambre?
Te adelanto la respuesta: Comiendo los alimentos correctos.
Vamos a verlo.
PRIMERO ANALICEMOS QUÉ SE COME EN UN DIA NORMAL
En la alimentación convencional, siguiendo la nefasta “Pirámide Nutricional de 1992”, tenemos:
- En la base todos los cereales, el pan, la pasta, el arroz, las harinas, etc. Esto nos da pie a comer estos alimentos en todas las comidas, porque para eso están en la base de la pirámide.
- Y en la cima las grasas. Porque, claro, «las grasas tienen muchas más calorías y engordan, y además suben el colesterol”. Por este motivo cuando queremos adelgazar comemos todo «light» o «bajo en grasas».
Siguiendo las pautas de esta pirámide:
- Empiezas el día con un desayuno lleno de cereales, galletas o tostadas, leche desnatada y zumo de naranja. En resumen carbohidratos y azúcar, que lo que van a hacer es elevar al cielo la insulina, y toda esa glucosa sobrante se va a almacenar en tu grasa de reserva abdominal, dejando muy poca de dicha energía disponible para su uso durante el día.
- A las 3 horas volverás a tener hambre y el cuerpo te pide volver a comer un tentempié para “aguantar hasta la hora de la comida”.
- Llega la hora de la comida del mediodía. Y acompañas cada comida con más pan, patatas, arroz, etc. Después un postre. Más carbohidratos.
- A media tarde se repite el mismo patrón para aguantar hasta la cena.
- Y por último la cena, que vuelve a ser algo similar a la comida.
La mayoría de las personas comen 5 veces al día, e incluso más, porque es lo que se está recomendando para todo el mundo.
¿Es esto comer demasiado? ¿Es glotonería?
ENTIENDE EL METABOLISMO
Lo que está pasando es que cada vez que comes carbohidratos:
- Sube la glucosa en sangre.
- El exceso de glucosa alerta al páncreas a producir más insulina para gestionar tanta glucosa.
- La insulina lleva la glucosa a las células, y toda la glucosa que sobre la transforma en grasa. Te pone en predisposición de engordar.
- La insulina se encarga de almacenar gran parte de la energía que has comido sin dejarte utilizarla.
- Con la insulina alta, tu metabolismo se pone a “ahorrar”, gastando menos, para guardar toda esa energía para cuando no haya comida.
- Y al tener menos energía, tienes «menos ganas de moverte».
La insulina es clave en tu metabolismo. Es la reina del juego.
A día de hoy nos siguen insistiendo en que la culpa de la obesidad la tenemos nosotros porque «comemos mucho y nos movemos poco».
Pero ¿Por qué tenemos siempre hambre y pocas ganas de movernos?
¿EL HAMBRE Y EL SEDENTARISMO ES ALGO VOLUNTARIO?
NO, no es algo voluntario, sino que está mediado por las hormonas, principalmente por la insulina.
Como acabas de ver, la insulina se ha encargado de almacenar gran parte de la energía que has comido en la reserva de grasa abdominal.
Y mientras la insulina esté alta no puedes acceder a dicha energía, pues la insulina actúa como un candado, impidiéndote utilizarla.
Por lo tanto: No te mueves porque estás engordando. Ser sedentario es una consecuencia hormonal por el tipo de macronutriente que comes: los carbohidratos.
Los carbohidratos te engordan y te hacen ser sedentario al mismo tiempo.
Sin embargo, si tus comidas son bajas en carbohidratos y alta en grasas saludables:
- Dispones de toda esa energía que comes para utilizarla durante el día y no para almacenarla.
- La grasa de dicha comida no estimula apenas la insulina.
- Y en ausencia de insulina se utilizan las grasas como energía en lugar de almacenarlas.
- Además las grasas te sacian y no vuelves a tener hambre durante muchas horas. Al sobrar energía no hay hambre.
- Al disponer de tanta energía que no se almacena, el cuerpo no tendrá que «ahorrar» pues le sobra energía. Tu metabolismo basal aumentará para quemar esa energía y las ganas de moverte también aumentarán.
- Hacer ejercicio no será un problema y dejarás de ser sedentario.
No es voluntario ser vago y glotón, sino hormonal.
Los obesos no lo son porque coman más y se muevan menos. Sino que comen más y se mueven menos porque están engordando.
La obesidad es la madre de todas las patologías de este siglo: El famoso síndrome metabólico.
RECUERDA:
No te engordan las calorías sino la insulina, que te las almacena sin permitirte utilizarlas.
Para evitar la obesidad y perder peso debes reducir la ingesta de azúcar y carbohidratos y aumentar las grasas saludables.
Los carbohidratos nos están llevando a la epidemia de obesidad.
¿SIGNIFICA ESTO QUE SE PUEDE COMER TODO LO QUE UNO QUIERA?
De los alimentos correctos, la respuesta simple es sí. No es necesario comer con moderación.
Lo que va a pasar es que vas a tener menos hambre.
Porque al reducir los carbohidratos estás utilizando las reservas de grasa como energía diaria. Ahora tienes un continuo suministro interno de energía, que te permite funcionar todo el día, como siempre ha sido en el ser humano durante 2,5 millones de años. El apetito se adapta y disminuye.
Espaciar las comidas no será un problema, y podrás comer hasta saciarte.
Además el gasto energético aumenta y tienes más energía para quemar. Más energía y ganas de moverte. Se acabó el sedentarismo.
A la larga te convertirás en “quemador de grasa”, reducirá tu apetito, y te sobrará energía para sentirte físicamente activo y moverte.
Tu cuerpo encontrará su equilibrio natural entre energía ingerida y energía a quemar. Él sólo lo hará, como lo hace el resto de animales, sin pensar, sin tener que estar contando calorías.
Por lo tanto la regla que mejor funciona es:
- Restringir los carbohidratos y comer cuando se tenga hambre y hasta saciarte.
- Las grasas no te engordan porque no estimulan apenas la insulina, y te permiten utilizarlas como energía. No restringas la grasa, comer «bajo en grasas» es antinatural.
- Las proteínas tampoco estimulan mucho la insulina. Podrán utilizarse por el hígado para fabricar glucosa en caso de necesidad mediante la gluconeogénesis.
Reciuerda: NO hay que comer menos, hay que comer MEJOR.
LIBROS RECOMENDADOS
- «¿Por qué engordamos?», de Gary Taubes, periodista científico. Explica que el modelo de «calorías que ingieres, calorías que gastas» está equivocado y que es la insulina la que regula nuestro tejido adiposo.
- «El código de la obesidad», del Dr. Jason Fung. Te hablará de por qué la insulina y el ayuno son la clave para adelgazar.
- «Come grasa y adelgaza» del Dr. Mark Hyman. Te quitará el miedo que nos han metido a las grasas.
AQUÍ tienes todos los LIBROS que recomiendo y que te van a ayudar a mejorar tu salud.
CONCLUSIONES
Entonces ¿Se puede adelgazar comiendo todo lo que quieras?
SÍ, PERO de los alimentos correctos: reduciendo carbohidratos y aumentando grasas saludables.
No te engordan las calorías sino la insulina, que te las almacena sin permitirte utilizarlas.
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