
El Colesterol es Inocuo: Despeja Mitos
Si eres de los que siguen pensando que «las grasas saturadas suben el colesterol y que tener el colesterol alto tapona las arterias y te produce infartos», te recomiendo un libro que va a despejar todas tus dudas y mitos sobre el colesterol y las grasas saturadas.
O, al menos, te hará pensar.
Se trata de “La verdad sobre el colesterol” escrito por el Dr. Stephen Sinatra (cardiólogo) y Jonny Bowden (nutricionista).
Aquí os dejo algunas maravillosas «perlas» que podéis encontrar durante su lectura y que seguro que te dejarán sorprendido, dubitativo y con ganas de saber más:
El colesterol es inocuo. Sí, es una molécula bastante inocua que apenas tiene que ver con las enfermedades cardiacas.
La gran tragedia es que al poner toda nuestra atención en el colesterol, hemos pasado por alto las verdaderas causas de las enfermedades del corazón:
El colesterol juega un papel muy pequeño en las enfermedades cardiacas y apenas es un factor predictivo de infartos.
Bajar los niveles del colesterol NO ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. Más de la mitad de los pacientes hospitalizados por un infarto tenían niveles de colesterol absolutamente normales y cerca de la mitad de las personas con el colesterol alto tenían un corazón normal y sano.
NO podemos vivir sin el colesterol, una materia prima esencial fabricada por el hígado, el cerebro y casi cada célula de nuestro cuerpo.
La mayor parte de colesterol del cuerpo lo fabrica el hígado, y el resto lo absorbemos de la dieta que consumimos. Si consumes menos colesterol, el hígado fabricará más. Y si consumes más, el hígado fabricará menos.
Hacer hincapié en bajar el colesterol al máximo posible no solo es un error, sino que además es PELIGROSO.
El “colesterol bueno y el colesterol malo” es un concepto OBSOLETO.
Saber que tienes niveles «altos» de LDL no sirve de gran cosa a no ser que sepas tanto la cantidad que contiene de partículas pequeñas y densas (perjudiciales), como la de partículas grandes y esponjosas (inocuas).
Las LDL no son un problema en el cuerpo hasta que se oxidan o se glican.
La glicación es lo que ocurre cuando las moléculas pegajosas del azúcar se pegan en lugares donde no deberían estar, fastidiándolo todo.
Un exceso de azúcar choca contra las proteínas que son blandas y escurridizas, y se acaban adheriendo a ellas. Estas proteínas se vuelven glicadas, haciéndose demasiado grandes y pegajosas como para deslizarse por el interior de los vasos sanguíneos pequeños y los capilares, como ocurre en los pequeños vasos sanguíneos de los riñones, los ojos y los pies. Por eso muchos diabéticos corren el riesgo de sufrir enfermedades renales, problemas de visión, y amputaciones en los dedos del pie, en los pies e incluso en las piernas.
Son los niveles altos de azúcar en la sangre los que hacen que las capas de células de las arterias se inflamen, alteren el colesterol LDL y causan que el azúcar se pegue a una variedad de proteínas, lo cual cambia la función normal de estas.
LAS GRASAS SATURADAS Y EL COLESTEROL
La idea de que “las grasas saturadas y el colesterol son la causa de todas las enfermedades cardiacas” es el dogma que ha estado prevaleciendo durante décadas. Solo hay un problema: No es del todo verdad.
El consumo de ácidos grasos saturados está relacionado con un modesto aumento del colesterol sérico total, pero no se asocia a las enfermedades cardiovasculares.
Las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol total, pero sus efectos siguen siendo más positivos que negativos, porque hacen que los niveles de HDL suban más que los de LDL.
En realidad el azúcar es muchísimo más perjudicial para el corazón que las grasas o el colesterol, pero aun así el estamento dietético sigue manteniendo que debemos preocuparnos sobre todo por las grasas y el colesterol.
Las dietas que son más bajas en azúcar y carbohidratos procesados reducen la inflamación, el azúcar en la sangre, la insulina, la resistencia insulínica y los triglicéridos.
¡El azúcar es mucho más peligroso para el corazón que las grasas!
ESTATINAS
El efecto positivo de las estatinas (son antiinflamatorias) apenas tiene que ver con su poder de bajar el colesterol.
Las estatinas tienen muchos efectos secundarios muy preocupantes, especialmente deterioro cognitivo, mayor riesgo de cáncer y diabetes.
Los medicamentos con estatinas reducen en gran medida las reservas del cuerpo de la coenzima Q10, uno de los nutrientes más importantes para el corazón. La falta de CoQ10 puede causar dolor muscular, debilidad y fatiga. La coenzima Q10 es esencial para el bombeo óptimo del corazón, el cual se ocupa de hacer circular la sangre. Por eso todas las personas medicadas con estatinas, deben suplementarse con CoQ10.
Las estatinas NO deben recetarse a
- personas mayores
- ni a la gran mayoría de mujeres,
- y nunca a niños.
Solo son beneficiosos para los hombres de mediana edad con una enfermedad coronaria previa (infarto) en su historial.
SUPLEMENTOS RECOMENDADOS EN EL LIBRO
Son varios los que recomiendan en el libro para la salud del corazón.
Yo solo voy a poner aquí los que puede tomar todo el mundo a modo preventivo, y que yo misma tomo.
- Omega 3, que también puede ser el aceite de krill
- Magnesio
- Coenzima Q10 si tomas estatinas, o tienes hipertensión o con la tensión un poquito alta.
AQUÍ tienes todos los SUPLEMENTOS que me parecen buenas opciones.
CONCLUSIONES
«La verdad sobre el colesterol» es un libro que hay que leer.
Si yo tuviese el «colesterol alto» según el dogma actual o tomara estatinas, iría a un médico actualizado.
Y dejaría el azúcar y los carbohidratos refinados para siempre.
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