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La Paradoja de las Grasas

Llevamos varias décadas escuchando a responsables de la política de nutrición como la OMS y otros organismos oficiales que «las grasas saturadas son dañinas para nuestra salud». El mensaje que nos ha llegado es que las grasas saturadas “subirán el colesterol, taponarán nuestras arterias y con el tiempo nos dará un infarto». No solo eso, sino que además las grasas nos “engordan”. Y por eso, junto con el sedentarismo, hay tanto sobrepeso en la actualidad.

Vamos, que si estamos gordos y enfermos es por nuestra culpa, por comer grasas saturadas y no movernos.

Hemos interiorizado que «las grasas saturadas son malas para el corazón, para la diabetes, para el colesterol, para la tensión arterial…» Y por lo tanto “hay que comer bajo en grasas”.

Esto ha calado de tal manera que es muy difícil desterrar esta idea de la cabeza de la gente.

Y también de muchos médicos.

La paradoja es:

Por un lado nadie duda que las grasas son necesarias para nuestras células y esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Y por otro nos dicen hay que comer «bajo en grasas».

¿Esto tiene lógica?

 

LOS CIUDADANOS DE A PIE HACEMOS LO QUE «NOS DICE EL MÉDICO»

Y si el médico nos dice: “No hay que comer grasas saturadas porque acumularás grasa en la sangre, te subirá el colesterol, te puede dar un infarto y además vas a engordar”, nosotros lo hacemos. Inmediatamente, dejamos de comer grasas y empezamos a comprar todo «bajo en grasas».

Cuando un médico dice estas cosas, está defendiendo la teoría de “eres lo que comes: si comes grasas, tendrás grasas”.

Y esto es en síntesis lo que cree casi todo el mundo. Porque casi nadie tiene ni idea de nutrición. Nadie nos lo ha enseñado. Solo escuchamos los mensajes de algunos programas de la tele y por supuesto al médico.

No olvidemos que las grasas además nos sacian.

Entonces, si no comemos grasas: ¿Qué hemos hecho para no quedarnos con hambre?

Aumentar el consumo de carbohidratos.

 

HEMOS CAMBIADO LAS GRASAS POR CARBOHIDRATOS

Para no quedarnos con hambre.

El resultado es que cada día hay más obesidad, más diabetes, más hipertensión y más accidentes cardiovasculares.

No puede ser coincidencia.

Está claro que algo está mal

Entonces ¿Cuál es la relación entre las grasas saturadas en la dieta y los niveles de grasas saturadas en la sangre? ¿Qué ciencia hay detrás de estas afirmaciones? ¿Cuántas evidencias hay de todo esto? ¿Cuántos médicos y profesionales de la salud lo han comprobado?

Yo no hago más que leer que cada vez hay más evidencias que muestran una asociación inversa de la ingesta de grasas saturadas en la dieta y la aterosclerosis o accidente cerebrovascular.

Entonces, si la ingesta de grasas saturadas en la dieta tiene poco que ver con los niveles saturados en nuestra sangre, ¿Qué lo hace? Los carbohidratos.

 

EL ENEMIGO ES EL AZÚCAR

Y los carbohidratos que al metabolizarse se convierten en azúcar.

El exceso de azúcar y carbohidratos en la dieta es un determinante importante del aumento de los niveles de grasas saturadas en sangre.

 

Os cuento por qué.

Los carbohidratos estimulan al cuerpo a producir más insulina para retirar el exceso de glucosa, lo que inhibe la oxidación de las grasas saturadas.

Recordad: Con niveles altos de insulina, no se pueden quemar grasas.

 

No olvidemos que el exceso de glucosa es tóxica y tenemos al páncreas y a la insulina para evitar la intoxicación. Por lo tanto, cuando los niveles de insulina son altos, la grasa saturada tiende a almacenarse en lugar de quemarse.

Al mismo tiempo el hígado tiene que sintetizar más ácidos grasos saturados. Esto es particularmente problemático para las personas con resistencia a la insulina, porque teniendo resistencia a la insulina, todavía es más difícil gestionar el azúcar en la sangre y la única alternativa para este exceso de azúcar en la sangre es ir al hígado para convertirlo en grasa corporal.

Esta combinación de menor oxidación de las grasas y aumento de la síntesis de grasas saturadas por el hígado, da como resultado la acumulación de grasas saturadas en la sangre y los tejidos.

El culpable, entonces, claramente no es la grasa saturada en la dieta, sino el consumo de más azúcar y carbohidratos de los que el cuerpo puede manejar de manera eficiente.

Las grasas saturadas, ya sean producidas en el cuerpo o consumidas en la dieta, tienen más probabilidades de acumularse cuando se acompañan por altos niveles de carbohidratos en la dieta, y especialmente en personas  resistentes a la insulina, como en la diabetes tipo 2 o el síndrome metabólico.

 

¿ERES LO QUE COMES?

Hemos escuchado que si comes colesterol, tendrás colesterol.

Entonces, si comes principalmente arroz, ¿tu cuerpo no se convierte en una gran gota de almidón?.

Claramente no.

No somos lo que comemos, somos lo que aprovechamos de lo que comemos.

En una dieta baja en carbohidratos bien formulada, las grasas saturadas se convierten en el combustible preferido del cuerpo y, por lo tanto, se queman en lugar de almacenarse.

Del mismo modo, el colesterol en una dieta baja en carbohidratos va a derivar en ‘colesterol bueno’ independientemente del contenido de grasa en la dieta. Recordemos que el colesterol es esencial para la vida.

El metabolismo del cuerpo en una persona sana es notablemente adaptable, lo que nos permite comer una dieta alta en grasas sin acumular el exceso de grasa corporal.

Aclaración: Hablamos de grasas saturadas naturales no procesadas procedentes de animales como la mantequilla o los huevos, o de vegetales como el aceite de coco, por ejemplo. No hablamos de grasas saturadas de alimentos procesados que vengan en un paquete como salchichas o hamburguesas prefabricadas, por poner algún ejemplo. No todas las grasas saturadas son saludables.

La síntesis más sencilla la suele decir la Dra. Cate Sanahan

«La naturaleza no hace grasas malas. Sólo la industria las hace».

 

CONCLUSIONES

No somos lo que comemos. Somos lo que nuestro cuerpo hace con lo que comemos.

Una dieta baja en carbohidratos, sin picos de glucosa y de insulina, reduce los niveles de grasas saturadas en la sangre, independientemente de la ingesta de grasas saturadas en la dieta. 

 

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2 Comments

  1. By marcelo Publicado el 17 febrero, 2020

    La diabetes es una enfermedad que se produce por elevados índices de azúcar en la sangre para ello existe una forma de controlarla o incluso de revertirla para quien le pueda ayudar investigué https://bit.ly/3bBBZsW muchos han tenido buenos resultados,que tengas un buen día.Saludos.

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